Contáctame

APÉNDICE A – ¿Cómo son el carácter y el intelecto de Dios?

El evangelista Juan dice en su primera carta: «El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor» (1 Juan 4,8). Nótese que no dice que tiene mucho amor, o que es su máxima expresión, o que es el más grande amor que jamás haya existido; dice que ¡es amor! Por favor, deténgase unos instantes y digiera esto que nos dicen las Escrituras: Él es el amor mismo. También sabemos que Dios es infinito, es decir, que es ilimitado. Todo lo creado es finito, tiene límites, por más grande que pueda ser. Hay una cantidad determinada de agua de los mares, la energía del átomo tiene cierta magnitud, el calor del sol solo puede alcanzar una temperatura dada. Pero Dios no tiene límites de ninguna clase. Que Dios sea infinitamente perfecto significa que no hay nada bueno, deseable o valioso que no lo tenga Dios; además, Él lo posee en grado absolutamente ilimitado. Las perfecciones de Dios son Dios mismo o, como se diría en teología, son de su misma sustancia. Esto significa que, para ser exactos, no deberíamos decir «Dios es bueno», sino «Dios es Bondad»; tampoco «Dios es sabio», sino «Dios es Sabiduría», etc.

Pero Dios también es otras cosas: es omnisciente (Salmo 139,1-16), —todo lo sabe—; es benevolente (1 Juan 4,8) —desea solo el bien—; es omnipotente (Job 40,1) —todo lo puede—; es omnipresente (Salmo 139,7-10) —está presente en todas partes al mismo tiempo—; es inmutable (Salmo 101,28; Apocalipsis 1,8)  —no está regido por el tiempo, por lo que no experimenta ningún tipo de cambio—; es uno y único (Deuteronomio 32,39; Isaías 45,5).

La Biblia entera nos habla de todos estos atributos de Dios, poniendo de manifiesto un Padre amoroso que nos ama infinitamente, que nos conoce como ninguno, que está siempre y en todo lugar con nosotros y que, sin importar lo que hagamos, nos ama igual. Barry Adams[9] publicó una página en Internet[10] llamada Father’s Love Letter en enero de 1999. Allí, después de escoger diferentes pasajes de las Sagradas Escrituras, compuso una carta del Padre a nosotros sus hijos:

Mi hijo, puede que tú no me conozcas, pero Yo conozco todo sobre ti (Salmos 139,1). Yo sé cuándo te sientas y cuando te levantas (Salmos 139,2). Todos tus caminos me son conocidos (Salmos 139,3). Aun todos los pelos de tu cabeza están contados (Mateo 10,29-31). Porque tú has sido hecho a mi imagen (Génesis 1,27). En mí tú vives, te mueves y eres (Hechos 17,28). Porque tú eres mi descendencia (Hechos 17,28). Te conocí aun antes de que fueras concebido (Jeremías 1,4-5). Yo te escogí cuando planeé la Creación (Efesios 1,11-12). Tú no fuiste un error, porque todos tus días están escritos en mi libro (Salmos 139,15-16). Yo he determinado el tiempo exacto de tu nacimiento y dónde vivirías (Hechos 17,26). Tú has sido creado de forma maravillosa (Salmos 139,14). Yo te formé en el vientre de tu madre (Salmos 139,13). Yo te saqué del vientre de tu madre el día en que naciste (Salmos 71,6). Yo he sido mal representado por aquellos que no me conocen (Juan 8,41-44). Yo no estoy enojado y distante, soy la manifestación perfecta del amor (1 Juan 4,16). Y es mi deseo gastar mi amor en ti simplemente porque tú eres mi hijo y Yo, tu padre (1 Juan 3,1). Te ofrezco mucho más que lo que tu padre terrenal podría darte (Mateo 7,11). Porque Yo soy el Padre Perfecto (Mateo 5,48). Cada dádiva que tú recibes viene de mis manos (Santiago 1,17). Porque Yo soy tu proveedor, quien suple tus necesidades (Mateo 6,31-33). El plan que tengo para tu futuro está siempre lleno de esperanza (Jeremías 29,11). Porque Yo te amo con amor eterno (Jeremías 31,3). Mis pensamientos sobre ti son incontables como la arena en la orilla del mar (Salmos 139,17-18). Me regocijo sobre ti con cánticos (Sofonías 3,17). Yo nunca pararé de hacerte bien (Jeremías 32,40). Porque tú eres mi tesoro más precioso (Éxodo 19,5). Yo deseo afirmarte dándote todo mi corazón y toda mi alma (Jeremías 32,41). Yo quiero mostrarte cosas grandes y maravillosas (Jeremías 33,3) Si me buscas con todo tu corazón, me encontrarás (Deuteronomio 4,29). Deléitate en Mí y te concederé las peticiones de tu corazón (Salmos 37,4). Porque Yo soy el que produce tus deseos (Filipenses 2,13). Yo puedo hacer por ti mucho más de lo que tú podrías imaginar (Efesios 3,20). Porque Yo soy tu mayor alentador (2 Tesalonicenses 2,16-17). Yo también soy el Padre que te consuela durante todos tus problemas (2 Corintios 1,3-4). Cuando tu corazón está quebrantado, Yo estoy cerca de ti (Salmos 34,18). Así como el pastor carga a un cordero, Yo te cargo a ti cerca de mi corazón (Isaías 40,11). Un día, Yo te enjugaré cada lágrima de tus ojos y quitaré todo el dolor que hayas sufrido en esta tierra (Apocalipsis 21,3-4). Yo soy tu Padre, y te he amado como a mi hijo, Jesús (Juan 17,23). Porque en Jesús, mi amor hacía ti ha sido revelado (Juan 17,26). Él es la representación exacta de lo que Yo soy (Hebreos 1,3). Él ha venido a demostrar que Yo estoy contigo, no contra ti (Romanos 8,31). Y también a decirte que Yo no estaré contando tus pecados (2 Corintios 5,18-19). Porque Jesús se murió para que tú y Yo pudiéramos ser reconciliados (2 Corintios 5,18-19). Su muerte ha sido la última expresión de mi amor hacía ti (1 Juan 4,10). Por mi amor hacia ti haré cualquier cosa que gane tu amor (Romanos 8,31-32). Si tú recibes el regalo de mi Hijo Jesús, tú me recibes a Mí (1 Juan 2,23). Y ninguna cosa te podrá a ti separar otra vez de mi amor (Romanos 8,38-39). Vuelve a casa y participa de la mayor fiesta celestial que nunca has visto (Lucas 15,7). Yo siempre he sido Padre, y por siempre seré Padre (Efesios 3,14-15). La pregunta es ¿quieres tú ser mi hijo? (Juan 1,12-13). Yo estoy esperando por ti (Lucas 15,11-32).[11]

Habiendo enumerado algunos de los atributos del carácter de Dios, nos resulta más fácil entender esa hermosa frase de Jesús narrada por el evangelista Mateo (7,11): «Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre, que está en el cielo, dará cosas buenas a quienes se las pidan!».

Privacy Settings
We use cookies to enhance your experience while using our website. If you are using our Services via a browser you can restrict, block or remove cookies through your web browser settings. We also use content and scripts from third parties that may use tracking technologies. You can selectively provide your consent below to allow such third party embeds. For complete information about the cookies we use, data we collect and how we process them, please check our Privacy Policy
Youtube
Consent to display content from Youtube
Vimeo
Consent to display content from Vimeo
Google Maps
Consent to display content from Google
Spotify
Consent to display content from Spotify
Sound Cloud
Consent to display content from Sound
Cart Overview