En los muchos años que llevo dictando conferencias sobre nuestra religión, con respecto a los temas bíblicos he encontrado el mayor número de mitos y leyendas. Una inmensa cantidad de creyentes desconoce el origen y la procedencia de la sagrada Biblia. Ignora que, de los libros de la Antigüedad, es el que tiene mejor soporte documental; supera en este ámbito, de lejos, a cualquier otra obra de su época. Con la información que he aportado en este capítulo, quien tenga una Biblia puede tener la confianza y tranquilidad de saber que esta obra tan especial contiene el mismo mensaje que escribieron sus autores desde un principio, sin adulteraciones ni manipulaciones. Los miles y miles de manuscritos de la Antigüedad que poseen los museos y las librerías de todo el mundo están disponibles al público para que usted pueda comparar todas las palabras con el respectivo papiro. Con esta comparación se puede demostrar la fidelidad del mensaje, a pesar del tiempo transcurrido.
Mostré igualmente la época de la que datan los manuscritos, según la mayoría de los técnicos en el asunto. Con estos datos podemos tener la certeza sobre el tiempo en que su autor vivió. Si el escritor profetizó un evento que habría de ocurrir en el futuro y este evento se cumplió, tenemos una prueba inequívoca de que es un verdadero profeta. La época en que fue escrita la profecía es muy importante, pues nos permite corroborar que ella es anterior a la época del hecho que habría de ocurrir. Todas las predicciones que he descrito en este capítulo hablan de sucesos que sucederían cientos de años después de haber sido anunciados, por lo que no es necesario conocer la fecha exacta en que se hizo la profecía; la época es suficiente. Se ha encontrado el libro del profeta Daniel en documentos que datan de su época, por lo que queda establecido que la predicción es anterior al evento.
Desde antes de que Moisés existiera, han existido personas que se han atrevido a hacer predicciones sobre sucesos futuros. Incluso en nuestros tiempos las sigue habiendo. Sin embargo, aventurarse a vaticinar lo que va a pasar no convierte a alguien automáticamente en un profeta. Como se puede apreciar con el desarrollo del capítulo, las profecías cumplen básicamente dos requisitos. El primero es que el vaticinio sea el resultado de una revelación, lo que prueba el grado de la relación del profeta con Dios. El segundo es que el vaticinio se haya cumplido. Toda la gente que conoció y que escuchó hablar en persona a los profetas bíblicos pudo corroborar lo primero, mas no lo segundo. En su momento, estos hombres dieron testimonio de ser escogidos por Dios mediante una serie de milagros[68], o derramando su propia sangre[69]. Mucho tiempo después, el pueblo elegido incorporó sus profecías a la lista de acontecimientos que esperaba pacientemente que sucediera. Cuando sucedían, se verificaba lo segundo.
Hoy somos testigos del cumplimiento de cientos de profecías. En retrospectiva, podemos ponerles fecha y hora a esos sucesos que fueron vaticinados incluso siglos antes que ocurrieran. La precisión de los detalles de las profecías que Daniel revela en gran parte del capítulo 11 es imposible de alcanzar mediante adivinanzas, o imaginando los hechos. Recordemos que sus profecías se refieren a los eventos más destacados de un periodo de 400 años de historia. Un periodo que comienza con el reinado de Ciro ii el Grande (559 al 530 a. C.) en Persia y que va hasta Antíoco iv Epífanes (175 al 163 a. C.) en Siria. Matrimonios, conquistas, derrotas, sucesiones, herencias, desfalcos, destierros, héroes, villanos, triunfadores y vencidos, ¿es posible hacer una historia completa, con todos esos detalles, fruto de la invención humana, con cientos de años de anterioridad a la ocurrencia de los eventos? ¿No es esta una prueba irrefutable de la comunicación del dueño y Señor de la historia con nosotros? ¿Cabe pensar que Daniel no es un elegido de Dios? Se puede preguntar lo mismo sobre el resto de los profetas.
Como se presentó en el desarrollo de este capítulo, hubo profecías de todo tipo, de las que podríamos llamar «buenas» y «de las otras». Sin lugar a duda, las que profetizaban que Dios se haría hombre al nacer de una virgen, y que su vida entre nosotros revolucionaría el orden mundial fueron las más importantes por las repercusiones que tuvieron para toda la humanidad.
Dios le había hecho una promesa sumamente trascendental a Abram:
Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, para ir a la tierra que yo te voy a mostrar. Con tus descendientes voy a formar una gran nación; voy a bendecirte y hacerte famoso, y serás una bendición para otros. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; por medio de ti bendeciré a todas las familias del mundo (Génesis 12,1-3)
Toda la descendencia de Abram, llamada «el pueblo elegido de Dios», tenía esa promesa grabada en su corazón y en su mente. Desde niños la aprendían y morían sin perder la esperanza de que pronto sería una realidad. ¡Ser el pueblo escogido por Dios! ¿Existiría una promesa mejor? ¿Qué cosa mala le podría ocurrir a una descendencia a la que Él había seleccionado, entre miles de otras, para bendecir a través de ella a todas las familias del mundo? En los acontecimientos posteriores a ese encuentro entre Abram y el Creador, se aclaró explícitamente que lo único que se pedía a cambio era fidelidad. A pesar de todos los milagros y demostraciones de poder del hacedor de la promesa, los judíos no pudieron cumplir su parte. Como resultado, vivieron de cautiverio en cautiverio; primero bajo el poder de los egipcios, luego, de los babilonios, griegos, medos, persas y romanos, entre otros. Tuvieron tiempos de gloria, en especial con el rey David, en los que pensaron que finalmente podían regocijarse y gozar del tan anhelado momento. Pero sus pasiones humanas los traicionaron y volvieron a darle la espalda al Señor. Así que, cuando los profetas empezaron a vaticinar que Dios enviaría a su hijo para restaurar el pueblo de Israel (Lucas 2,25), los corazones judíos se llenaron de esperanza. La llegada del Mesías se convirtió en su mayor anhelo. Finalmente vivirían en libertad y serían una nación más rica, poderosa e importante que cualquiera otra de aquel momento.
Los profetas no hablaron en forma criptica, ni vaga, ni genérica. Dieron detalles muy específicos que permitirían identificar sin equívoco a ese redentor, al Mesías. Hice una lista de cuarenta y una profecías, las más fáciles de identificar, pero el número total de profecías pasa de las trescientas. ¿Qué explicación podemos dar a su cumplimiento? ¿Cómo es posible que docenas de personas que vivieron en tiempos y lugares diferentes, que nunca se comunicaron, dieran esa enorme cantidad de detalles que identificaran al Mesías? Mostré que la probabilidad de que esas predicciones fueran cumplidas por una sola persona era de 1 en 10181. Y… ¡ocurrió! Pensar que es una enorme coincidencia es exigirle a la suerte algo imposible de lograr. Este número debe ser una prueba contundente, sin lugar a duda; es una prueba de que los profetas hicieron esos anuncios porque Dios se los comunicó.
Las personas que en la actualidad ostentan el título de «videntes», porque supuestamente pueden ver el futuro, han hecho básicamente un análisis estadístico: recopilan la mayor cantidad de información posible sobre el tema y emiten la predicción. Estos «videntes» nos dicen quién va a ganar la copa del próximo mundial de fútbol, o quién será el ganador de las próximas elecciones presidenciales, o que ocurrirá un accidente aéreo en Europa, etc. Todas esas predicciones pueden explicarse satisfactoriamente mediante la teoría de las probabilidades, sumada a una buena cantidad de información. Si la persona no acierta, lo peor que le puede pasar es que pierda seguidores y eventualmente tenga que buscar otro oficio. Los profetas de la Antigüedad enfrentaban castigos mayores: el destierro, y hasta la muerte. Pretender una comunicación directa con el Creador era una falta gravísima. Uno de los regaños más severos que encontramos en el Antiguo Testamento es precisamente contra los falsos profetas:
Dios me dijo: «Hay profetas que anuncian a Israel mensajes que ellos mismos inventaron. Por eso, ve y diles de mi parte lo siguiente: “Pobres profetas, ¡qué tontos son ustedes! Yo no les he dado ningún mensaje. Ustedes inventan sus mensajes; son como los chacales cuando buscan alimento entre las ruinas. No han preparado a los israelitas para que puedan evitar el castigo que voy a darles. Todo lo que ustedes anuncian es mentira; es solo producto de su imaginación. Aseguran que hablan de mi parte, pero eso es mentira: yo nunca les he pedido que hablen por mí. ¿Y todavía esperan que se cumplan sus palabras? Yo soy el Dios de Israel, y les aseguro que me pondré en contra de ustedes, pues solo dicen mentiras y falsedades. Yo los castigaré por dar mensajes falsos. Borraré sus nombres de la lista de los israelitas, y no tendrán entre ellos arte ni parte. ¡Ni siquiera podrán volver a poner un pie en su tierra! Así reconocerán que yo soy el Dios de Israel. Todo esto les sucederá por haber engañado a mi pueblo; por haberle asegurado que todo estaba bien, cuando en realidad todo estaba mal. Sus mentiras son como una pared de piedras pegadas con yeso. ¡Y esa pared se vendrá abajo! Pues sepan, señores albañiles, que voy a lanzar una fuerte tempestad contra esa pared, y que la derribaré con lluvia, granizo y un viento muy fuerte. Entonces la gente dirá: ¡Y a quién se le ocurre confiar en mentiras! Yo soy el Dios de Israel, y estoy tan enojado que enviaré contra ustedes un viento huracanado, y abundante lluvia y granizo, y lo destruiré todo. Estoy tan enojado que derribaré esa pared de mentiras que ustedes construyeron. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel”. Cuando esto suceda, ustedes quedarán aplastados bajo el peso de sus mentiras. Entonces yo les preguntaré: ¿Qué pasó con sus profecías? ¿Qué pasó con esos tontos profetas? ¿Dónde están esos profetas de Israel que le daban falsos mensajes a Jerusalén? ¿Dónde están los que le aseguraban que todo estaba bien, cuando en realidad todo estaba mal? Yo soy el Dios de Israel, y cumpliré mi palabra”» (Ezequiel 13,1-16)
El cumplimiento cabal de todas las profecías que daban diversos detalles de la vida del Mesías es un indicador incuestionable de que Dios ha mantenido con nosotros, sus hijos, una comunicación. Él nos ha hablado y quiso darnos con estas señales la tranquilidad de reconocer a sus escogidos como verdaderos: su mensaje es real. ¿Habría razón para pensar que una de estas personas hubiera dicho la verdad respecto a los eventos futuros de la llegada del Mesías, pero que mintiera en relación con todo lo demás? ¿No es esto una evidencia contundente de que Dios se ha comunicado con nosotros a través de estas personas tan especiales? ¿Qué razón podría existir para asumir que nuestro Padre hubiera querido comunicarse solamente hasta la época en que vivieron los profetas y guardar silencio después? Como lo dije en la introducción de este capítulo, su Palabra, al igual que Él, son atemporales. Su Palabra tiene hoy la misma vigencia que la que tuvo cuando vivieron los profetas. Así que es correcto decir que nuestro Padre ha mantenido una comunicación con nosotros, sus hijos, no solo a través de la Creación y de nuestros sentimientos, sino que la ha mantenido, de manera más explícita, a través de la Biblia.
De los profetas escogidos por Dios, Moisés fue uno de los que disfrutó de una relación más estrecha con Él. En distintas ocasiones, tuvieron encuentros de varios días, como cuando Moisés escribió los diez mandamientos: «Y Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches» (Éxodo 34,28). Así que tuvieron la oportunidad de hablar de muchas cosas, entre otras, de la creación del universo. Moisés tuvo nuestra misma curiosidad: él también quiso saber cómo fue el comienzo, cuál fue el origen de todo. Quiero insistir en que, a pesar de que en la actualidad tenemos un desarrollo científico que ha logrado armar muchas partes del rompecabezas de la Creación (por lo que nos parece natural poseer ese conocimiento), hace cien años era una completa caja negra; y lo era mucho más hace tres mil setecientos años, cuando se escribió el Génesis. ¿Cómo explicar que este amigo de Dios haya podido describir todos y cada uno de los eventos de la Creación en total concordancia con lo que la ciencia ha determinado hoy? Descontando, por supuesto, que el lenguaje que empleó carece de tecnicismos (como resulta natural en un relato dirigido a cualquier persona en cualquier momento), que haya dicho que el universo tuvo un comienzo, que dijera que la vida emergió de la materia, que haya descrito la luz de la gran explosión y haber afirmado que la vida comenzó en el agua, etc. ¿no es evidencia suficiente de su íntima relación con el Creador?
La información revelada en el Génesis es un marcador empírico de la comunicación del Creador con nosotros. Nuevamente, pretender que quien escribió la historia simplemente tuvo suerte al acertar en todos y cada uno de los grandes eventos que sucedieron, con un alto nivel de detalle, es exigir demasiado a la ley de las probabilidades.
Otras religiones, como las que presenté en la argumentación, escogieron caminos más poéticos porque sus autores quisieron dar una respuesta a ese gran cuestionamiento sobre el origen del universo desde el fondo de su imaginación. De tal forma que no brindaron detalles que tan siquiera se asemejaran a los de la narrativa científica moderna. Estos detalles sí los ofrece nuestra Biblia. Este hecho, que escapa a cualquier explicación racional, es una evidencia más de que el verdadero autor del Génesis es el dueño de la Creación. Él era el único que poseía toda la información de los hechos que se narran. Claramente, tenemos el libro sagrado correcto. Digo esto para contestar las preguntas que se hacen muchos deístas: ¿Qué nos hace pensar que estamos con el dios verdadero? ¿Cómo estar tan seguros de que no estamos adorando al dios equivocado? ¿Por qué no puede ser el dios de los hinduistas el correcto? Si el de ellos fuera el verdadero, su narrativa de la Creación sería ajustada a la de la ciencia. Hoy sabemos que esas narraciones no concuerdan.
La Biblia nunca ha pretendido ser un libro que enseñe ciencia, geografía o astronomía. Pero tampoco se puede ignorar el hecho de que incluye información al respecto, información que sorprende y que era completamente desconocida en su época. Los autores de los libros de la Biblia hicieron referencia a una gran cantidad de hechos que desconocíamos hasta hace un par de siglos. ¿Pueden las referencias que enumeré en el desarrollo de este capítulo ser interpretadas como simple poesía? Admito que es ciertamente posible que los autores hayan hablado del infinito número de estrellas, o de la diferencia entre todas ellas, o de que la Tierra flota en el espacio, o de su redondez, o del ciclo del agua, o de la primera y la segunda ley de la termodinámica en forma poética porque estaban haciendo uso de algunas de las figuras retóricas mencionadas en la argumentación. Pero ¿por qué resultaron ser hechos ciertos, validados por la ciencia miles de años después? Y ¿por qué no se encuentra esta información, con la misma claridad, en los libros sagrados de otras religiones?
En toda la evidencia presentada en este capítulo subyace un factor común: por más imaginación que se emplee, la Biblia no pudo haber sido escrita usando solamente el intelecto humano. Docenas de autores que no se conocieron, que vivieron en lugares a miles de kilómetros los unos de los otros, en épocas tan distintas (desde el punto de vista cultural, social, político y religioso), que hablaban idiomas diferentes, de las más variadas procedencias y oficios (desde esclavos hasta reyes, pasando por asesinos y generales) escribieron setenta y tres libros consistentes, armoniosos y sin contradicciones. En el desarrollo de la pregunta de si Dios se comunica con nosotros, el lector debe sentir la enorme tranquilidad y confianza de saber que ciertamente Él transmitió su conocimiento y palabras a nosotros, sus hijos. Para ello, estableció un puente de comunicación seguro mientras esperamos nuestro encuentro con Él.
¿Se comunica Dios con nosotros? ¡No hay duda de ello!
[1] En mi libro, Lo que quiso saber de nuestra Iglesia católica y no se atrevió a preguntar, desarrollo todo un capítulo sobre este tema.
[2] Chumayel es una localidad del estado de Yucatán, México. Es la cabecera del municipio homónimo y está ubicada aproximadamente 70 kilómetros al sureste de la ciudad de Mérida, capital del estado, y 20 km al norte de la ciudad de Tekax.
[3] Catalina de Médici (Florencia, Italia, 13 de abril de 1519-Castillo de Blois, Francia, 5 de enero de 1589) fue una noble italiana, hija de Lorenzo ii de Médici y Magdalena de la Tour de Auvernia. Como esposa de Enrique ii de Francia, fue reina consorte de Francia desde 1547 hasta 1559. En dicho país es más conocida por la francofonización de su nombre, Catherine de Médicis.
[4] Tito Flavio Sabino Vespasiano, comúnmente conocido con el nombre de Tito (30 de diciembre de 39-13 de septiembre de 81), fue emperador del Imperio romano desde el año 79 hasta su muerte, en el año 81. Fue el segundo emperador de la dinastía Flavia, dinastía romana que gobernó el Imperio entre los años 69 y 96. Dicha estirpe comprende los reinados de su padre, Vespasiano (69-79), el suyo propio (79-81) y el de su hermano, Domiciano (81-96).
[5] Los Archivos Nacionales y Administración de Documentos (National Archives and Records Administration, también conocida por su acrónimo, nara, en inglés) es una agencia independiente, adscrita al gobierno federal de Estados Unidos, que protege y documenta los registros gubernamentales e históricos.
[6] Desde hace un siglo, dichas técnicas de conservación se han mejorado substancialmente, lo que ha alargado de forma notable la vida de estos documentos.
[7] Las técnicas para conservarlos se desarrollaron apenas hace un siglo.
[8] Homero fue un poeta de la antigua Grecia que nació y vivió en el siglo viii a. C. Fue el autor de dos de las principales obras de la antigüedad: los poemas épicos La Ilíada y La Odisea.
[9] Ciencia que estudia la historia.
[10] Ciencia que se encarga de descifrar las escrituras antiguas y estudiar su evolución, así como de datar, localizar y clasificar los diferentes testimonios gráficos que son su objeto de estudio.
[11] Miguel de Cervantes Saavedra (Alcalá de Henares, 29 de septiembre de 1547-Madrid, 22 de abril de 1616) fue un novelista, poeta, dramaturgo y soldado español. Es considerado como la máxima figura de la literatura española.
[12] La Vulgata es una traducción de la Biblia hebrea y griega al latín.
[13] Eusebio Hierónimo (Estridón, Dalmacia, hacia 340-Belén, 30 de septiembre de 420), conocido comúnmente como san Jerónimo, pero también como Jerónimo de Estridón o, simplemente, Jerónimo. Hizo la traducción de la Biblia al latín por encargo del papa Dámaso i (quien reunió los primeros libros de la Biblia en el Concilio de Roma en el año 382 d. C.). Es considerado Padre de la Iglesia, uno de los cuatro grandes Padres Latinos.
[14] Para la primera traducción al español se utilizó otra versión latina: Veteris et Novi Testamenti nova translatio, realizada por Sanctes Pagnino por encargo del papa León x y publicada en 1527.
[15] Primer obispo de Jerusalén, apedreado en el 62 d. C.
[16] Ver https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/00206814.2011.639996
[17] Existen dos versiones conocidas del Talmud: el Talmud de Jerusalén (Talmud Yerushalmi), que se redactó en la provincia romana llamada Filistea, y el Talmud de Babilonia (Talmud Babli), que fue redactado en la región de Babilonia, en Mesopotamia. Ambas versiones fueron redactadas a lo largo de muchos siglos por generaciones de eruditos provenientes de muchas academias rabínicas establecidas desde la Antigüedad.
[18] Puede ver de manera digital y con una extraordinaria resolución estos rollos en http://dss.collections.imj.org.il/
[19] Ver The Dead Sea Scrolls of St. Mark’s Monastery, de Millar Burrows.
[20] Conocidos como judíos helenísticos.
[21] La honda es una de las armas más antiguas de la humanidad. Consiste básicamente en dos cuerdas o correas, a cuyos extremos se sujeta un receptáculo flexible desde el que se dispara un proyectil. Agarrado el artilugio por los dos extremos opuestos, se voltea, de manera que el proyectil adquiera velocidad, y después se suelta una de las cuerdas para liberarlo. El proyectil alcanza una gran distancia y poder de impacto. Los materiales empleados en la construcción de las hondas son muy diversos (tradicionalmente cuero, fibras textiles, tendones, crin, etc.). Los proyectiles pueden ser piedras naturales redondeadas o labradas con bastante precisión, arcilla cocida o secada al sol, plomo moldeado, etc.
[22] Segundo hijo de la unión del rey David con Betsabé.
[23] Su tumba puede ser visitada en la actualidad.
[24] Hijo y sucesor de Asurnasirpal ii.
[25] Ver La arqueología del antiguo Israel, de Amnon Ben-Tor.
[26] Georges Lemaître (Bélgica, 1894) fue un sacerdote católico de la orden de los jesuitas. Fue un científico y religioso que, en declaraciones al New York Times, explicó esta aparente dualidad: «Yo me interesaba por la verdad desde el punto de vista de la salvación y desde el punto de vista de la certeza científica. Me parecía que los dos caminos conducen a la verdad, y decidí seguir ambos. Nada en mi vida profesional, ni en lo que he encontrado en la ciencia y en la religión, me ha inducido jamás a cambiar de opinión».
[27] La famosa formula de Einstein, «e=mc2», demuestra la relación que existe entre masa y energía.
[28] Aleksandr Aleksándrovich Friedman (San Petersburgo, 16 de junio de 1888-Leningrado, 16 de septiembre de 1925) fue un matemático y meteorólogo ruso, especializado en cosmología relativista.
[29] Según lo dicho en Antigüedades judías, libro ii, capítulo 9, párrafo 5, de Josefo Flavio.
[30] En 1978, se otorga el premio Nobel de Física a Penzias y Wilson por el descubrimiento de la radiación de fondo de microondas.
[31] Descubierta a mediados del siglo xix gracias a los trabajos de Mayer, Joule, Helmholtz y otros.
[32] Puede ver los libros que cito en la página web https://www.sacred-texts.com/hin/index.htm (RigVeda, libro x, himnos 72, 81, 90, 121, 129, 181, 182 y 190).
[33] En sánscrito, Amrita (‘sin muerte’) es el nombre que recibe el néctar de la inmortalidad. Amrita está relacionada con la palabra «atlántica», que tiene los significados de «la que trasciende a través de lo inexplicable» o «aquella que tiene o sabe de la energía femenina».
[34] Para la geología, se trata de un periodo equivalente a mil millones de años.
[35] Ver https://universohindu.com
[36] Siddharta Gautama, más conocido como Buda Gautama, o simplemente el Buda, fue un monje, mendicante, filósofo y sabio, sobre cuyas enseñanzas se fundó el budismo. Nació en la desaparecida República Sakia, en las estribaciones del Himalaya. Enseñó principalmente en el noroeste de la India. Para evitar ciertas interpretaciones erróneas muy comunes, debe enfatizarse que Buda Gautama no es un dios ni el único, ni primer buda. En la cosmología budista, se hace esta distinción al afirmar que únicamente los humanos (pero no se limita a esta humanidad en particular) pueden lograr el estado de buda, pues en estos reside el mayor potencial para la iluminación.
[37] Detectada por primera vez en 1965 por los físicos estadounidenses Arno Penzias y Robert Woodrow Wilson en los laboratorios Bell de Crawford Hill, cerca de Holmdel Township (Nueva Jersey). Este descubrimiento los hizo merecedores del premio Nobel de Física en 1978.
[38] Consiste en comparar un término real con otro imaginario que se le asemeje en alguna cualidad. Ejemplos: Salmo 1,3; 1 de Pedro 2,25.
[39] Consiste en identificar un término real con otro imaginario cuando existe entre ambos una relación de semejanza. Ejemplos: Isaías 40,6; 1 de Pedro 1,24; Salmo 23,1; Mateo 5,13; Mateo 26,26.
[40] Consiste en una sucesión de metáforas que juntas evocan una idea compleja. Ejemplos: Gálatas 4; Salmo 80; Isaías 5; Mateo 12,43-45.
[41] Consiste en unir dos ideas opuestas que resultan contradictorias, pero que pueden encerrar una verdad oculta. Ejemplos: Mateo 16,25; 1 Timoteo 5,6.
[42] Consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice. Ejemplos: Job 12,2; 1 Reyes 18,27; Lucas 13,33.
[43] Consiste en atribuir cualidades o acciones propias de seres humanos a animales, objetos o ideas abstractas. Ejemplos: Mateo 6,24; Jueces 5,20.
[44] Consiste en atribuir la forma o cualidades humanas a Dios. Ejemplos: Éxodo 33,11; Job 34,21; Santiago 5,4; Isaías 30,27.
[45] Consiste en atribuir sentimientos humanos a Dios. Ejemplos: Génesis 6,6; Éxodo 20,5.
[46] Consiste en aumentar o disminuir de manera exagerada un aspecto o característica de una cosa. Ejemplos: Éxodo 8,17; Deuteronomio 1,28; Jueces 20,16.
[47] Consiste en designar la parte por el todo o viceversa. Ejemplos: Mateo 6,11; Proverbios 22,9.
[48] Consiste en sustituir una palabra o expresión desagradable por otra de connotaciones menos negativas. Ejemplos: Juan 3,16; Apocalipsis 22,18.
[49] Claudio Ptolomeo (Ptolemaida Hermia, 100 d. C.-Canopo, 170 d. C.; fechas estimadas) fue un astrónomo, astrólogo, químico, geógrafo y matemático griego.
[50] Vivió entre los años 1040 y 966 a. C.
[51] Joseph von Fraunhofer (Straubing, 6 de marzo de 1787-Múnich, 7 de junio de 1826) fue un astrónomo, óptico y físico alemán. Fue uno de los fundadores de la espectrometría como disciplina científica.
[52] La historia se encuentra en Leyendas de los indios de Norteamérica, de Francisco Caudet Yarza.
[53] Este es un personaje ficticio del que me sirvo para explicar mi punto.
[54] La idea del fraude es sostenida por Pepe Rodríguez, autor del libro Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica. Omitiendo todas las pruebas, Rodríguez data erróneamente los manuscritos. Afirma que ellos fueron escritos cientos de años después de cuando fueron escritos en realidad. La evidencia aquí presentada, y muchísima otra, desmienten esta idea.
[55] Ver www.intervarsity.org
[56] Puede consultarse el libro Science Speaks, an Evaluation of Certain Christian Evidences de Peter W. Stoner (magíster en Ciencias y director del departamento de Matemáticas y Astronomía de Pasadena City College hasta 1953).
[57] Quiero simplemente notar que sería el primer hijo, sin entrar en el tema del dogma de la virginidad perpetua de María.
[58] Ver http://belenesdelmundo.com/wordpress/
[59] Ver https://magnet.xataka.com/un-mundo-fascinante/asi-ha-crecido-la-poblacion-humana-desde-el-ano-1-d-c-hasta-la-actualidad
[60] El cálculo se encuentra en su libro Science Speaks, an Evaluation of Certain Christian Evidences.
[61] La misión de Daniel comenzó en el 606 a. C., y la visión ocurrió en el año 70 de su ministerio.
[62] Heródoto de Halicarnaso fue un historiador y geógrafo griego que vivió entre el 484 y el 425 a. C. Es tradicionalmente considerado como el padre de la Historia en el mundo occidental. Fue la primera persona que compuso un relato razonado y estructurado de las acciones humanas.
[63] Volumen vii, 60, 1.
[64] Aristóteles (Estagira, 384 a. C.-Calcis, 322 a. C.) fue un filósofo, polímata y científico nacido en la ciudad de Estagira, al norte de Antigua Grecia. Es considerado, junto a Platón, el padre de la filosofía occidental. Sus ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios.
[65] También conocida como Seleucia del Tigris. Fue una de las ciudades más grandes del mundo durante el período helenístico y romano. Se encontraba en Mesopotamia, en la orilla oeste del río Tigris, frente a la ciudad de Ctesifonte (en la actual gobernación de Babilonia, Irak).
[66] La falange fue una organización táctica para la guerra creada en la Antigua Grecia y luego imitada por varias civilizaciones mediterráneas. Por extensión, los autores antiguos suelen llamar «falange» a cualquier ejército que combate formando una única fila de combatientes muy próximos entre sí, al estilo de la falange clásica (compuesta por entre ocho y dieciséis guerreros).
[67] Palestina había permanecido bajo el control de los ptolomeos desde los tiempos de Alejandro Magno, época en la que empezaron a alejarse de todas sus tradiciones y observancia hacia la ley, tal y como lo narran los libros bíblicos de los Macabeos.
[68] Ver 1 Reyes 17,17-24; Éxodo 14,21-31; Números 20,7-11; Números 22,21-35; Josué 10,12-14; 1 Samuel 12,18; 2 Reyes 4,2-7; Daniel 6,16-23; Jonás 2,1-10, entre otros.
[69] El profeta Isaías fue asesinado por el rey Manasés. Los profetas Ezequiel y Jeremías fueron mártires según la tradición judía.